jueves, 6 de agosto de 2015

ARTE DEL ANTIGUO EGIPTO


 
 
El arte egipcio refleja las creencias religiosas, el poder del faraón y la vida cotidiana.

 LA  ARQUITECTURA.

 Era un arte monumental (de gran tamaño). Utilizaban para sus construcciones piedra, barro y granito, sus  edificaciones se caracterizaban por la enormidad y la proporción  matemática. Dónde mejor se ven reflejadas las características de la  arquitectura egipcia es en sus tumbas y templos para glorificar al faraón y a sus dioses respectivamente.
•    TUMBAS:


 Mastaba: Son las construcciones más antiguas (hace 5 mil años). En su interior hay un pozo que se ciega  y sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de  paralelopípedo con alguna habitación  adornada con relieves. Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada.

Pirámides: Al principio escalonadas y luego lisas recubiertas de piedra caliza blanca.En su interior había varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca y las otras  eran provisionales y falsas. Para intentar evitar  el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedra. Todas estas pirámides tenían un templo exterior situado cerca del río y comunicado con  ellas por una avenida.

Hipogeos: Más tarde, en el Imperio Nuevo se  abandona la pirámide y aparece la costumbre de enterrar a los faraones en  complejos que son mezcla de tumbas y  de templos, con una parte excavada en  la roca y que es la tumba y otra parte  exterior con pórticos arquitrabados y  salas con pilares.
Estas tumbas estaban destinadas a proteger la momia y a asegurarla contra todo enemigo.

•    TEMPLOS:

El templo típico, con todos sus elementos nace en el Imperio Nuevo: a él se accede mediante una avenida de las esfinges (figura con cabeza y pecho humano o de carnero, y cuerpo con pies de animal, generalmente león), la cual conduce a los pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos que flanquean una  puerta también trapezoidal (idea de solidez y perdurabilidad). Delante de estos pílonos solía haber obeliscos  o estatuas sedentes del Faraón. Al entrar al  Templo accedemos a la sala Hípetra, una sala  abierta con columnas alrededor donde se  aprecia la visión cósmica de este edificio, las  columnas sostienen el cielo y lo unen a la  Tierra. Después se accede a unas salas  cubiertas y sostenidas por columnas que se  llaman en griego Hipóstilas. Más adentro  todavía estaba el Ken Shekem o altar donde se  situaba la imagen del Dios al que se dedicaba el templo y en los lados los Adytom o estancias de los sacerdotes. El acceso al  templo era jerárquico, cada clase social podía  entrar sólo hasta un lugar determinado. El faraón y los sacerdotes podían llegar hasta donde estaba la estatua.

 





 
 








Pintura y Escultura.
Son invalorables testimonios para estudiar la historia de Egipto. Estaban sujetas a rígidas reglas que no variaron durante siglos.

•    Pintura. No usaron la perspectiva, la cabeza se muestra siempre de perfil, pero el ojo de frente, porque es el órgano que nos relaciona con el mundo exterior, el torso de frente, para dar la idea de poder físico y los pies de perfil, porque indican marcha. Esto no lo hacían por torpeza sino que todo se debe al respeto de reglas, que se convirtieron en tradiciones permanentes.
En las paredes de las tumbas la pintura se conserva casi intacta, en ellas resplandece su hermoso colorido y representan escenas placenteras de la vida en el Mas Allá: escenas de caza, banquetes, con participación de músicos y bailarinas, entre otras. Los pintores egipcios fueron grandes dibujantes, destacándose por la calidad del dibujo y la pureza de la línea. 

•    Escultura. Había dos tipos: la oficial, que estaba al servicio del Faraón o de los poderosos y la popular, que representaba escenas de la vida cotidiana.
 

La escultura oficial, era rígida, sólida y utilizaba como material la piedra; se pretendía dar imagen de eternidad. Eran realizadas para ser vistas de frente siguiendo el principio de frontalidad; es decir, el cuerpo humano se presentaba dividido por una línea imaginaria, que va desde la frente al comienzo de las piernas, separando la figura en dos partes iguales y simétricas. Estas características de la escultura del Antiguo Imperio sufrió cambios en el Nuevo Imperio; la estatuaria se hizo más humana y natural.


La escultura popular, era más libre y espontánea, de pequeñas proporciones y se realizaba en madera o barro. 



 













 

Sociedad del Antiguo Egipto.


 
Privilegiado y otro No Privilegiado. En el primero se encontraba el grupo dirigente mientras que en el segundo estaba la mayoría de la población. No había ciudadanos sino súbditos (personas con obligaciones). Era casi imposible cambiar de grupo.

Sector Privilegiado.

•  El Faraón y su familia.
Sacerdotes. Eran los encargados del ritual religioso,  interpretaban la voluntad de los dioses y daban  consejos al faraón.  Poseían conocimientos científicos y dominaban la  escritura. Establecían el calendario según las inundaciones. Este fenómeno no siempre comenzaba el mismo día, pues dependía de la aparición de la estrella de Sirio. Este día se establecía como el primero del año y lo fijaban los sacerdotes. 
Funcionarios. Se encargaban de hacer cumplir las órdenes  reales (encargados de provincias, del tesoro, de  organizar la mano de obra para los trabajos  públicos, etc.). El  faraón les daba tierras en pago a  sus servicios. Se destacaban: Gobernadores o visires que dirigía la administración el estado, impartía justicia y recaudaba los  impuestos y los Escribas que debido a su conocimiento, ocupaban un papel importantísimo en la  administración del estado.  Llevaban los registros de los impuestos, cosechas y personas.
Jefes de ejército.  Defendían el país  se encargaban de las conquistas de nuevos  territorios.

Sector No Privilegiado.

•  Campesinos. Eran el 90% de la población.  Cultivaban las tierras del faraón, de los templos y de los  funcionarios. Se quedaban con parte de la cosecha, otra parte tenían que  entregarla al dueño de las tierras y otra al faraón como pago de  impuestos. Antes de la inundación debían construir diques, canales, lagos artificiales para almacenar el agua. Durante la crecida del Nilo los campesinos trabajaban  en la construcción de templos y tumbas. Luego que el río volvía a su cauce y la tierra se fertilizaba con el limo, sembraban principalmente cereales como trigo y cebada.
•  Artesanos.  Trabajaban largas jornadas en los talleres del  Faraón, en los templos o en sus casas. Realizaban tejidos en lino, cerámica, metales, piedra, madera,  cuero, etc.
•   Comerciantes. Vendían y compraban productos mediante el trueque, el valor de  los mismos se calculaba con sacos de cebada.
•  Esclavos. No tenían ningún tipo de derechos. Eran prisioneros de guerra; propiedad del Faraón o del sector  privilegiado. Trabajaban en la construcción de templos y pirámides, en las minas y en el ejército. 

 

ECONOMIA DE EGIPTO

Economía del Antiguo Egipto.
La economía estaba controlada por el Estado egipcio. La prosperidad dependía de la fecundidad de la tierra -de su producción agrícola- y de la sólida organización del Estado.
 Las actividades económicas estaban organizadas y supervisadas por el Faraón (rey de Egipto) y sus funcionarios. La principal actividad económica era la agricultura de regadío. Se cultivaba especialmente trigo y lino. También se producía cebada, hortalizas, uvas y dátiles.
  La tierra se consideraba propiedad del faraón, que retribuía con ellas los servicios de los funcionarios. Las tierras eran trabajadas por los campesinos, que utilizaban una tecnología sencilla. Una vez que se evaporaba el agua de los campos inundados, preparaban la tierra, sembraban y, después de un tiempo, cosechaban los granos y otros productos.


Podemos distinguir dos tipos de tierra en Egipto: la tierra fértil (denominada kemet) (que pintamos de color verde),  son las que se encuentran sobre el río, y las tierras áridas (denominadas Deshret), (que coloreamos con color amarillo). La causa de esta distinción entre las tierras, era el desborde anual del río, ocasionado por las lluvias provenientes del centro de África. El río, traía junto con él, un elemento orgánico llamado Limo, el cual fertilizaba las tierras, ya que era como una especie de abono, y permitía que en ella se practicara la agricultura, es decir que se pudiera cultivar. Sin esta posibilidad, los egipcios, en medio del desierto, no hubieran podido sobrevivir.


En las siguientes imágenes podemos ver con claridad las dos tierras.







De acuerdo al desborde del Nilo, los egipcios establecieron tres estaciones en el año: AJET, era la etapa de inundación, PERET, la etapa de cosecha, y SHEMU, la etapa de sequía. Estas estaciones reflejaban el ritmo que en Nilo marcaba en la población egipcia.


 


Después de la crecida, cuando las aguas volvían a su cauce, los campesinos trabajaban la tierra con azada o arado, y sembraban las semillas en la tierra aún húmeda. Para regar sus cultivos, utilizaban herramientas que les permitía construir canales para transportar el agua del río.  La agricultura de regadío  básicamente  consiste en el suministro de agua a los cultivos a través de diversos  métodos artificiales de riego. Demandaba la construcción y mantenimiento de obras de control, contención y distribución del agua. Los campesinos estaban obligados a construir las represas y canales de riego.


Luego venían los tiempos de recolección, el río volvía a desbordarse y  un nuevo año de trabajo comenzaba.


 ¿Qué pasaba si el desborde del Nilo era mayor a lo que ellos esperaban? ¿Y si era menor?


Si era mayor, podía perjudicar sus tierras, sus campos y sus construcciones, casas y todo lo que se había trabajado durante el año, era perdido.


 Además de la existencia de zonas pantanosas que son focos de enfermedades y peligro de animales depredadores del Nilo (cocodrilos e hipopótamos).


Pero si era menor, también los perjudicaba, porque no tendrían en agua suficiente para fertilizar sus tierras y de esta manera poder cultivar para todo el año. Problemas de abastecimiento y hambrunas.


 








Todas estas actividades eran supervisadas por los funcionarios reales.
A través de los impuestos, el Estado se quedaba con parte de la producción, que se depositaba en los almacenes reales, en grandes silos. El Estado redistribuía los granos y los otros productos entre los sectores no productores y los trabajadores de las obras públicas. En época de escasez, también distribuía las cosechas entre toda la población.
 La agricultura se complementaba con la ganadería. Se criaban vacas, asnos, cabras y cerdos. La caza de aves y la pesca complementaba la dieta de los egipcios.
Se destacaron en la alfarería, en la fabricación de algunos productos artesanales, como herramientas de cobre y bronce y la confección de tejidos.
También eran buenos constructores de barcos.
La carencia de algunas materias primas, como la madera y los metales, estimuló la actividad comercial. El comercio era un monopolio del Estado. El faraón enviaba expediciones a distintos territorios del Cercano Oriente, acompañadas de protección militar en barcos que eran de su propiedad. Las maderas, piedras, metales preciosos, eran intercambiados por cereales, tejidos y papiros egipcios. Se recurría al trueque o bien mediante el pago con lingotes de metal.



Vean una imagen del Río Nilo hoy en día

Civilización Egipcia: "Un don del Nilo". Ubicación y gobierno.

Ubicación espacial y temporal.

Hace aproximadamente unos cinco mil años se desarrolló y floreció  una brillante civilización: “La tierra de los  faraones”.  Egipto se encuentra ubicado en el noreste de África; limita al norte  con el Mar Mediterráneo, al sur con Sudán, al este con el Mar Rojo y la península del Sinaí, y al oeste con Libia.  Los antiguos egipcios reconocían en su país dos zonas, la zona de la  tierra negra ("kemet") y la de la tierra roja  ("deshret"). Así mismos  ellos se llamaban "remet-en-kemet" o sea, el pueblo de la tierra  negra. La zona de la tierra negra era donde se encontraba la tierra fértil  (apta para el cultivo) en las márgenes del Río Nilo a lo largo del  mismo, y en el delta en su desembocadura en el Mar Mediterráneo.  En esta zona era donde vivían y cultivaban los antiguos egipcios. La  zona de la tierra roja era “el mundo de los muertos”, era la zona  desértica por lo cual los egipcios la utilizaban para excavar tumbas,  construir templos funerarios y es justamente allí donde se  levantaron las colosales pirámides.

En el siglo V antes de Cristo, el historiador griego Herodoto visitó  estas tierras y caracterizó a este país como “...Egipto, un don del  Nilo...”. Esta afirmación fue hecha por dicho historiador ya que sin  lugar a dudas ninguna civilización pudo haberse desarrollado allí si  no fuera por la existencia de este río y sus características  inigualables. El Nilo cruza Egipto de sur a norte, y su ciclo de crecidas marcó  el ritmo de vida de los antiguos egipcios en todos los aspectos: políticos, económicos y socio-culturales. Para los egipcios las inundaciones anuales del Nilo eran el centro de  su existencia, ya que las mismas eran la que facilitaban el  crecimiento del grano, les proveía abundancia de pescado y del  preciado junco de papiro. Además de ello también era una  importante vía fluvial. El origen de estas inundaciones procedía de  las lluvias africanas y el deshielo de las nieves de las montañas de Etiopía que en primavera daban origen a inmensos torrentes que  alimentan su caudal.

 

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE EGIPTO

 
     
La organización política de Egipto hasta cerca del año 3.000 a.C. consistía en dos reinos que se ubicaban al sur (el Alto Egipto) y al norte (el Bajo Egipto) en el valle del río. A partir de allí se unificó en un solo reino. Todo Egipto formó un solo reino, un estado centralizado, gobernado por un Faraón que llevaba una doble corona. El primer Faraón se llamó Menes según algunos investigadores.
      La forma de gobierno de Egipto era una monarquía (gobernaba uno, un rey llamado Faraón). Era absoluta porque su autoridad no tenía límites: hacía las leyes, organizaba el ejército, dirigía la vida religiosa, administraba justicia y controlaba la construcción de obras públicas. Todo Egipto le pertenecía: las tierras, las cosechas, el comercio. Él centralizaba y distribuía tareas y alimentos. La figura del faraón garantizaba el funcionamiento de la compleja organización para controlar y utilizar las aguas del Nilo, de movilizar la población para crear la infraestructura necesaria para que la tierra produjera más, y la realización de diques y canales a lo largo de los 1200 kilómetros que ocupaba el reino. También era sagrada ya que sus súbditos lo creían un dios vivo o hijo del dios Ra, porque consideraban que era el intermediario ante los dioses para conseguir favores de la naturaleza. Gobernaba hasta la muerte (cargo vitalicio) y al morir su poder lo heredaba su hijo o un familiar cercano (cargo hereditario).
     Funcionarios y sacerdotes colaboraban con la tarea de gobernar. Cuando más cerca del poder del faraón, mayores eran los beneficios que recibían.
   El conjunto de funcionarios (burocracia) estaba organizado jerárquicamente: visires (ministros), gobernadores (máxima autoridad en cada región), los escribas, etc.
   Los pobladores de Egipto debían pagar impuestos al Estado y todo era guardado en los depósitos del Faraón. También debían trabajar en las obras públicas.
   Egipto se convirtió en un imperio cuando dominó a pueblos vecinos.