El arte egipcio refleja las creencias religiosas, el poder del faraón y la vida cotidiana.
LA ARQUITECTURA.
Era un arte monumental (de gran tamaño). Utilizaban para sus construcciones piedra, barro y granito, sus edificaciones se caracterizaban por la enormidad y la proporción matemática. Dónde mejor se ven reflejadas las características de la arquitectura egipcia es en sus tumbas y templos para glorificar al faraón y a sus dioses respectivamente.
• TUMBAS:
Mastaba: Son las construcciones más antiguas (hace 5 mil años). En su interior hay un pozo que se ciega y sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de paralelopípedo con alguna habitación adornada con relieves. Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada.
Pirámides: Al principio escalonadas y luego lisas recubiertas de piedra caliza blanca.En su interior había varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca y las otras eran provisionales y falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedra. Todas estas pirámides tenían un templo exterior situado cerca del río y comunicado con ellas por una avenida.
Hipogeos: Más tarde, en el Imperio Nuevo se abandona la pirámide y aparece la costumbre de enterrar a los faraones en complejos que son mezcla de tumbas y de templos, con una parte excavada en la roca y que es la tumba y otra parte exterior con pórticos arquitrabados y salas con pilares.
Estas tumbas estaban destinadas a proteger la momia y a asegurarla contra todo enemigo.
• TEMPLOS:
El templo típico, con todos sus elementos nace en el Imperio Nuevo: a él se accede mediante una avenida de las esfinges (figura con cabeza y pecho humano o de carnero, y cuerpo con pies de animal, generalmente león), la cual conduce a los pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos que flanquean una puerta también trapezoidal (idea de solidez y perdurabilidad). Delante de estos pílonos solía haber obeliscos o estatuas sedentes del Faraón. Al entrar al Templo accedemos a la sala Hípetra, una sala abierta con columnas alrededor donde se aprecia la visión cósmica de este edificio, las columnas sostienen el cielo y lo unen a la Tierra. Después se accede a unas salas cubiertas y sostenidas por columnas que se llaman en griego Hipóstilas. Más adentro todavía estaba el Ken Shekem o altar donde se situaba la imagen del Dios al que se dedicaba el templo y en los lados los Adytom o estancias de los sacerdotes. El acceso al templo era jerárquico, cada clase social podía entrar sólo hasta un lugar determinado. El faraón y los sacerdotes podían llegar hasta donde estaba la estatua.
• TUMBAS:
Mastaba: Son las construcciones más antiguas (hace 5 mil años). En su interior hay un pozo que se ciega y sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de paralelopípedo con alguna habitación adornada con relieves. Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada.
Pirámides: Al principio escalonadas y luego lisas recubiertas de piedra caliza blanca.En su interior había varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca y las otras eran provisionales y falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedra. Todas estas pirámides tenían un templo exterior situado cerca del río y comunicado con ellas por una avenida.
Hipogeos: Más tarde, en el Imperio Nuevo se abandona la pirámide y aparece la costumbre de enterrar a los faraones en complejos que son mezcla de tumbas y de templos, con una parte excavada en la roca y que es la tumba y otra parte exterior con pórticos arquitrabados y salas con pilares.
Estas tumbas estaban destinadas a proteger la momia y a asegurarla contra todo enemigo.
• TEMPLOS:
El templo típico, con todos sus elementos nace en el Imperio Nuevo: a él se accede mediante una avenida de las esfinges (figura con cabeza y pecho humano o de carnero, y cuerpo con pies de animal, generalmente león), la cual conduce a los pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos que flanquean una puerta también trapezoidal (idea de solidez y perdurabilidad). Delante de estos pílonos solía haber obeliscos o estatuas sedentes del Faraón. Al entrar al Templo accedemos a la sala Hípetra, una sala abierta con columnas alrededor donde se aprecia la visión cósmica de este edificio, las columnas sostienen el cielo y lo unen a la Tierra. Después se accede a unas salas cubiertas y sostenidas por columnas que se llaman en griego Hipóstilas. Más adentro todavía estaba el Ken Shekem o altar donde se situaba la imagen del Dios al que se dedicaba el templo y en los lados los Adytom o estancias de los sacerdotes. El acceso al templo era jerárquico, cada clase social podía entrar sólo hasta un lugar determinado. El faraón y los sacerdotes podían llegar hasta donde estaba la estatua.
Pintura y Escultura.
Son invalorables testimonios para estudiar la historia de Egipto.
Estaban sujetas a rígidas reglas que no variaron durante siglos.
• Pintura. No usaron la perspectiva, la cabeza se muestra siempre de perfil, pero el ojo de frente, porque es el órgano que nos relaciona con el mundo exterior, el torso de frente, para dar la idea de poder físico y los pies de perfil, porque indican marcha. Esto no lo hacían por torpeza sino que todo se debe al respeto de reglas, que se convirtieron en tradiciones permanentes.
En las paredes de las tumbas la pintura se conserva casi intacta, en ellas resplandece su hermoso colorido y representan escenas placenteras de la vida en el Mas Allá: escenas de caza, banquetes, con participación de músicos y bailarinas, entre otras. Los pintores egipcios fueron grandes dibujantes, destacándose por la calidad del dibujo y la pureza de la línea.
• Escultura. Había dos tipos: la oficial, que estaba al servicio del Faraón o de los poderosos y la popular, que representaba escenas de la vida cotidiana.
La escultura oficial, era rígida, sólida y utilizaba como material la piedra; se pretendía dar imagen de eternidad. Eran realizadas para ser vistas de frente siguiendo el principio de frontalidad; es decir, el cuerpo humano se presentaba dividido por una línea imaginaria, que va desde la frente al comienzo de las piernas, separando la figura en dos partes iguales y simétricas. Estas características de la escultura del Antiguo Imperio sufrió cambios en el Nuevo Imperio; la estatuaria se hizo más humana y natural.
La escultura popular, era más libre y espontánea, de pequeñas proporciones y se realizaba en madera o barro.
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