Civilización Egipcia:
"Un don del Nilo". Ubicación y gobierno.
Ubicación
espacial y temporal.
Hace aproximadamente unos cinco mil
años se desarrolló y floreció una brillante civilización: “La tierra de
los faraones”. Egipto se encuentra ubicado en el noreste de África;
limita al norte con el Mar Mediterráneo, al sur con Sudán, al este con el
Mar Rojo y la península del Sinaí, y al oeste con Libia. Los antiguos
egipcios reconocían en su país dos zonas, la zona de la tierra negra ("kemet")
y la de la tierra roja ("deshret"). Así mismos ellos se
llamaban "remet-en-kemet" o sea, el pueblo de la tierra negra.
La zona de la tierra negra era donde se encontraba la tierra fértil (apta
para el cultivo) en las márgenes del Río Nilo a lo largo del mismo, y en
el delta en su desembocadura en el Mar Mediterráneo. En esta zona era
donde vivían y cultivaban los antiguos egipcios. La zona de la tierra
roja era “el mundo de los muertos”, era la zona desértica por lo cual los
egipcios la utilizaban para excavar tumbas, construir templos funerarios
y es justamente allí donde se levantaron las colosales pirámides.
En el siglo V antes de Cristo, el
historiador griego Herodoto visitó estas tierras y caracterizó a este
país como “...Egipto, un don del Nilo...”. Esta afirmación fue hecha por
dicho historiador ya que sin lugar a dudas ninguna civilización pudo
haberse desarrollado allí si no fuera por la existencia de este río y sus
características inigualables. El Nilo cruza Egipto de sur a norte, y su
ciclo de crecidas marcó el ritmo de vida de los antiguos egipcios en
todos los aspectos: políticos, económicos y socio-culturales. Para los egipcios
las inundaciones anuales del Nilo eran el centro de su existencia, ya que
las mismas eran la que facilitaban el crecimiento del grano, les proveía
abundancia de pescado y del preciado junco de papiro. Además de ello
también era una importante vía fluvial. El origen de estas inundaciones
procedía de las lluvias africanas y el deshielo de las nieves de las
montañas de Etiopía que en primavera daban origen a inmensos torrentes
que alimentan su caudal.
ORGANIZACIÓN
POLÍTICA DE EGIPTO
La organización política de Egipto
hasta cerca del año 3.000 a.C. consistía en dos reinos que se ubicaban al sur
(el Alto Egipto) y al norte (el Bajo Egipto) en el valle del río. A partir de
allí se unificó en un solo reino. Todo Egipto formó un solo reino, un estado
centralizado, gobernado por un Faraón que llevaba una doble corona. El primer
Faraón se llamó Menes según algunos investigadores.
La forma
de gobierno de Egipto era una monarquía (gobernaba uno, un rey llamado
Faraón). Era absoluta porque su autoridad no tenía límites: hacía las
leyes, organizaba el ejército, dirigía la vida religiosa, administraba justicia
y controlaba la construcción de obras públicas. Todo Egipto le pertenecía: las
tierras, las cosechas, el comercio. Él centralizaba y distribuía tareas y
alimentos. La figura del faraón garantizaba el funcionamiento de la compleja
organización para controlar y utilizar las aguas del Nilo, de movilizar la
población para crear la infraestructura necesaria para que la tierra produjera
más, y la realización de diques y canales a lo largo de los 1200 kilómetros que
ocupaba el reino. También era sagrada ya que sus súbditos lo creían un
dios vivo o hijo del dios Ra, porque consideraban que era el intermediario ante
los dioses para conseguir favores de la naturaleza. Gobernaba hasta la muerte
(cargo vitalicio) y al morir su poder lo heredaba su hijo o un familiar
cercano (cargo hereditario).
Funcionarios y sacerdotes colaboraban con la tarea de gobernar. Cuando más cerca del poder del faraón, mayores eran los beneficios que recibían.
El conjunto de funcionarios (burocracia) estaba organizado jerárquicamente: visires (ministros), gobernadores (máxima autoridad en cada región), los escribas, etc.
Los pobladores de Egipto debían pagar impuestos al Estado y todo era guardado en los depósitos del Faraón. También debían trabajar en las obras públicas.
Egipto se convirtió en un imperio cuando dominó a pueblos vecinos.
Funcionarios y sacerdotes colaboraban con la tarea de gobernar. Cuando más cerca del poder del faraón, mayores eran los beneficios que recibían.
El conjunto de funcionarios (burocracia) estaba organizado jerárquicamente: visires (ministros), gobernadores (máxima autoridad en cada región), los escribas, etc.
Los pobladores de Egipto debían pagar impuestos al Estado y todo era guardado en los depósitos del Faraón. También debían trabajar en las obras públicas.
Egipto se convirtió en un imperio cuando dominó a pueblos vecinos.
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