Los incas constituyeron una sociedad
jerarquizada, en la cual cada persona tenía claramente definido su papel.
Los ayllús.
La población se organizaba en ayllú,
que eran grupos de familias que se creían descendientes de un mismo antepasado,
que podía ser una persona, un animal o un vegetal al que se le rendía culto.
Era una unidad social, económica y religiosa bajo la autoridad del Curaca, que
oficiaba de juez supremo, distribuía tierras y organizaba el trabajo colectivo
para el Inca.
El ayllú poseía un territorio
denominado marca que se dividía en tres partes: una, para mantener al Inca y su
familia, funcionarios y guerreros; otra, se destinaba al sustento de los
templos y de los sacerdotes, llamadas tierras del Sol y la tercera, se repartía
entre los hombres casados para mantener a su familia. Los lotes de los
huérfanos y enfermos se trabajaban en forma comunal, lo mismo que las parcelas
del Inca y de los sacerdotes. El Inca guardaba parte de los impuestos para
alimentar a la población en caso de escasez. Dentro de los valores promovidos
estaban: no ser haragán, no ser ladrón y no ser mentiroso.
Se calcula que en la actualidad hay más
de 3000 comunidades de este tipo en Perú.
Los grupos sociales.
Privilegiados:
a) El Inca. En la cima de la
escala social estaba el Inca, considerado hijo del Sol, un mediador entre el
mundo de los hombres y el de los dioses. Era considerado un Dios ordenador del
mundo. La esposa oficial del Inca era su hermana, la Coya, con la que mantenía
la pureza del linaje solar. Pero, como los demás nobles, podía tener otras
esposas secundarias o concubinas. Con el conjunto de hijos y descendientes del
Inca, en línea masculina, se constituía su ayllú. A su muerte, este ayllú
quedaba a cargo de su palacio y del mantenimiento de su tradición.
b) La nobleza. La familia del Inca,
los jefes de los territorios sometidos asimilados a la familia real, los altos
funcionarios y delegados del Inca y los oficiales del ejército formaban parte
de la nobleza. El Inca les daba tierras y yanaconas que las trabajaban. Un
símbolo de sus privilegios era el uso de grandes pendientes de oro en las
orejas, razón por la cual los españoles les llamaron “orejones” cuando los
vieron. No pagaban impuestos.
c) Los sacerdotes.
Eran sostenidos por la sociedad y no pagaban impuestos.
d) Funcionarios de
menor categoría, entre los que estaban los curacas, exonerados del pago de
impuestos.
No privilegiados.
a) Los artesanos. Había metalúrgicos,
tapiceros, ceramistas, orfebres y los contadores de quipus, que eran
seleccionados por funcionarios expertos que recorrían las provincias y los
reclutaban por su talento, desligándolos de los ayllús para depender del Inca.
Los mantenía el Estado, pero su trabajo era de exclusivo provecho del
Inca.
b) Los campesinos. Eran
la mayoría de la población. Debían trabajar las tierras del Inca, del Sol y su
lote de tierra. También debían trabajar obligatoriamente en minas,
talleres del Inca, en la construcción de terrazas y canales de riego, así como
en grandes obras públicas (como fortalezas, templos o caminos) e integrar el
ejército. Eran algunas de las tareas que les podía tocar en la mita. La mita
era una forma de trabajo obligatoria y rotativa. Debían pagar impuestos en
alimentos, ropas, armas, joyas y otros artículos.
c) Las acllas. Las
niñas más bellas de cada comunidad eran seleccionadas a partir de los 10 años
de edad por un funcionario del Inca, para luego de un período de algunos años
de preparación en escuelas especiales, ser esposas de los privilegiados, servir
en los templos como “vírgenes de sol” o ser sacrificadas.
d) Los yanaconas. Constituían
un grupo de sirvientes, próximos a la esclavitud. Estaban por ejemplo
encargados de proteger a sus amos, trabajar las tierras del Inca, los
sacerdotes o de los nobles a que fue asignado.
e) Esclavos o piñas. Eran prisioneros de
guerra o personas que perdieron la confianza del Inca. Realizaban los trabajos
más pesados y ocupaban el último lugar de la sociedad.
ola
ResponderBorrarprofe esta re buena la informacion
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